Curiosidades mexicalenses: Aunque usted no lo crea

Leyendo a bloggeros españoles me doy cuenta de que siguen escribiendo México con "j", es decir, para estos autores ibéricos, deberíamos escribir el nombre de nuestro País como Méjico y nosotros ser mejicanos.

Continuando con esta ortografía por demás caduca, acabo de darme cuenta que vivimos en una ciudad llamada Mejicali. ¿No les parece extraño que cuando la leo con "j" pienso que estoy ante una metropoli alterna, en un universo paralelo? Mejicali suena a poblado árabe o sureño, con plaza pintoresca y palacios estilo mudéjar. Mejicali es una ciudad invisible que solo vive  cuando cambiamos la "x" por "j" cuando vemos detrás de la fachada industrial de Mexicali los contornos espejeantes de una ciudad antiquísima y legendaria, como una lampara maravillosa entre las dunas del tiempo.

Una de las leyendas que mas fomentamos como mexicalenses es que somos habitantes de la ciudad que capturo al sol, que nuestro merito mayor es soportar los rigores del verano, la canícula hirviente, sin quejarnos. Para los que aquí vivimos, ya sabemos que nos quejamos a diario del solazo y las altas temperaturas, pero cuando no hay visitantes o foráneos. Lo que ofrece un dato curioso, es que cuando ha habido eclipses de sol en Mexicali, como sucedió en 1991, los cachanillas se enferman o acaban hospitalizados. Nos sentimos mal. Curiosidades de vivir bajo el sol sin sombra que nos proteja. Por eso en cuanto las nubes cubren el firmamento y caen las primeras gotas de agua la gente dice: ya se aguo la fiesta, ya no voy a salir. El sol es nuestro astro guia, sus rayos son nuestro alimento diario. Sin sol no nos hallamos. Sin luz de día algo esencial nos falta para sentirnos bien. Vaya paradoja: Sin Sol estamos fritos.